El proyecto, denominado “AquaNova”, fue desarrollado durante la hackathon anual de innovación social organizada por el Centro de Interdisciplina e Innovación de la universidad. El equipo, compuesto por cinco estudiantes de distintas carreras, trabajó durante 48 horas seguidas para diseñar y ensamblar el prototipo.
“Nuestro objetivo era simple: encontrar una solución accesible para lugares sin acceso a agua segura. Nunca imaginamos que lograríamos producir casi 2 litros por hora con un sistema tan pequeño”, comentó Camila Torres, estudiante de Ingeniería Civil.
El jurado destacó la creatividad y el impacto potencial de AquaNova, calificándolo como “un ejemplo brillante de lo que ocurre cuando distintas disciplinas colaboran con un propósito común”.
El dispositivo todavía se encuentra en fase de pruebas y su viabilidad comercial aún debe ser evaluada, pero los estudiantes ya han recibido invitaciones para presentarlo en conferencias internacionales de innovación.